Ya no, yo tampoco
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 16:10
Pequeñas muertes
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 0:41
No se puede vivir
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 22:44
No pasará jamás
La realidad no viene con airbag y a la vida se le
desprendió el paragolpes varios kilómetros atrás. Vos vas… crees tener todo en
regla. Seguís. Todo en su momento y su lugar: lágrima con edulcorante, lágrimas
con frazada. Tenés permiso para llorar, tenés cédula para reír. No encontrás el
cricket del alma y tampoco hay repuesto; es un trabajo de artesano y nunca
queda sano el asunto como 0km. Le miento a mi convencimiento. Los besos recién
afeitados pinchan, los besos no dados pesan. El camino está lleno de atajos,
algunos no tienen salida. A veces la vida recalienta… a veces la rutina te
funde. El sueño del primer auto choca al día siguiente: es poca cosa, es
ninguna casa. Tu semana tiene el gusto de una galleta de arroz. Se te ocurre
algo brillante tirado en tu cama pero la calle lo opaca. No ves bien con
claridad, te burla el sapito. Te sentís un convicto de lo que hiciste. Lo que
diste, lo que no, el arreglo que dejaste para el mes que viene y no llevaste tus días al
service oficial. Cada vez vas menos lejos. Ciertas paradas no las resignamos,
no son negociables, por más que el orgullo parpadee a destiempo. El guiño no
era de la suerte y doblaste en contramano; el truco es administrar las manos
sin cartas. El productor de ingresos juega a lo seguro: que choques o te
choquen, le da igual. Pero la ruta tiene un horizonte más allá y nos empeñamos
en llegar al final del Arco Iris aunque sea empujando. Es importante saber una
cosa: el humor no pasará jamás.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 12:59
Herida de vida
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 0:44
El de antes
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 13:25
Licuado de pasado
Vos pensabas que tenías el cemento armado y flor de
piedra angular, pero en realidad vivías en la casa prefabricada del primer
chanchito, que se fumaba uno armado en primavera. Y entonces viene quien menos
te imaginás y sopla cuando no hay vela, para desmoronar tu rascacielos de
naipes, quema todas tus cartas, se levanta con armas, te desarma y hace caer.
Es cuando no sabés qué creer. Miseria de histeria, mi serie de pie, en posición
adelantada tus dichos y todos acabamos en nichos. Crecemos entre caprichos,
carecemos, nos hacemos los bichos. No quiero otra escalada, no puedo vivir a
ensalada. ¿Hasta cuándo la puerta cerrada? ¿No ves que no se llega a nada? Me
pregunto cuál es el punto… Vas y venís, entrás y salís, nunca te definís y mi
esfuerzo se vuelve a hacer pis. No siempre me acuerdo que te olvidás las
calles, que la euforia tiene poca memoria, que la suerte tiene pena de muerte,
que el tinto es un laberinto, que nos cuesta dar en el blanco, que para golpear
soy manco, que en el replay de la charla me estanco, que la onda verde a veces
te pierde, que el amarillo es más sencillo, que el rojo sólo deja enojo. Ojo
con lo que decimos, tacto con lo que miramos, no siempre se caen bien lengua y
oreja. Hoy me tiento infeliz, mañana me miento feliz, pasado te piso. Pisar el
pasado con firmeza te pone de pie en el presente. Huele mal tu espiral de
palabras, me ahuyenta. Tengo una pila de motivos con poca batería. Cuando
pensamos sin inteligencia, falseamos la verdad; creo. Seguiré creyendo en lo
que creo y pido salir al recreo. Para ser sincero: en la izquierda parezco un
cero y en la derecha dos. No pienso mentir, me propuse sentir. ¿Callar es
querer escuchar..? No sé, pero ayuda. Tengo un silencio necio y un grito que se
empaca. Hice la valija y me mudé de vicios a unos con dependencias. Te das
cuenta que dependemos de pender lo menos posible en la distancia. En la
arrogancia hacemos listas de imposibles sensibles. Yo sigo acá mucho más que
antes, sé que ayer viene con barrotes, que no estuve en algunas caricias pero
lo volvería a hacer.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 2:00
Ladrillo hueco
Al destino no lo construyamos con ladrillo hueco. A veces te quedan las llaves adentro y otras un par de cosas por decir. Sentarse en el banco de suplentes es tu enojo de hoy, pero también el sueño del que patea la calle todo el día. Nunca es tan urgente comprar una cartera y sí recibir esa carta. El día que una noticia te parta, vas a ver las dos mitades de cada tema. La vez que la torta se quema la comida se acorta. Los sueños viven de dueños que mueren porteños o resucitan en el interior. A nivel país no sé cuánta gente es feliz. Si miro el continente, asumo que el mundo me miente. Cuando interpreto al planeta, el ser humano es un invento berreta. El mundo es un nido sin árbol, a la vida no se le cae una idea y vos te compraste un iphone 9, pero que no es goleador. Qué sé yo... de entre las cosas que no me cierran, tengo estas líneas y unos pantalones del año pasado. Mezclemos una bolsa de voluntad, entre cal y arena, de cara al futuro. Ejercitémonos con flexiones pero también con reflexiones, porque procuramos tener un buen cuerpo pero nos mueve la mente y nos tironea el corazón.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 17:17
Esc
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 8:27
La realidad
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 4:30
Escudos
Hoy, no sé por qué, me puse a pensar en la idea o el concepto de “escudo”. Creo que fue por algo que escuché del caballero que siempre necesita su escudero, pero fui un poco más allá del Quijote. Cavilando arriba de un colectivo me dije “por lógica el escudo servía a los guerreros para defenderse de agresiones en una batalla”. Pero al rato lo llevé a un plano más actual y lo hilé más con la idea de la protección que supone en muchos ámbitos lo que las instituciones, clubes, colegios representan para quienes están detrás de un emblema. Uno defiende su escudo y las ideas que el mismo representa, es así. La insignia puede llevarnos al error, porque todo puede encaminarnos mal por nuestra condición de humanos. Insisto en el valor de las ideas representadas por escudos, gente con objetivos comunes, sueños que nos unen. Y detrás del escudo, objetos que te seducen, disciplinas que nos hacen fanáticos. Los deportes, lindo ejemplo, vehículo para estar alejado de la droga, para aprender a trabajar en equipo, para reconocer la autoridad, para jugar con reglas que nos contienen, para hacer amigos, para estar en familia, para compartir momentos, para ponerse a prueba, para superarse, para tener salud, para liberar nuestra cabeza. Es válido volver a confiar en los locos que se juntaron en un café un día y decidieron fundar un espacio para nuclear personas con un propósito y la excusa del arte, del deporte, de la política, de la educación, de contar historias y ponerse en las filas del escudo que cada uno elija defender.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 23:12
Animarse
El desafío es chico, moderado, no tanto, o extra large. La meta es lejos, con peaje, sin atajo, o a la vuelta de tu casa. Hoy te ponés un pullover, te ponés mal, te ponés algo azul, te ponés triste... te ponés. Ayer pensaste un montón en mañana y te gambeteó el presente. No me acuerdo si fueron los griegos o los romanos que hablaron de "anima" para referirse al alma: eso que anima el cuerpo. Sí tengo claro que los griegos, de tanto andar ociosos, tuvieron ideas que cambiaron la historia del mundo que nos rodea. Tal vez por eso no hago caso si me cuestionan el reposo; respondo: "estoy imaginando cosas geniales". Tal vez fracasen, o no. Seguro será por falta de mi empuje que por la idea en tanto ella. Yo te invito a darle una descarga a tu alma y luego a llenarla de cosas más puras. Después el movimiento es contagio y viene lo mejor. ¿Podés animarte a algo? No es sencillo dejar la cama sin hacer para quien es prolijo, no. Tanto como que el desordenado deberá activarse de otro modo para que las cosas cambien de lugar. En definitiva... ¿Somos capaces de torcer el rumbo, nuestro norte? El alma empuja la vida, el cuerpo custodia el espíritu, sin corazón no vivimos, el temple sugiere caminos, la voluntad firma acuerdos de movilidad con la razón y ahí vamos. ¿Podemos con el tema de la cama? Este es mi aviso de compromiso para uno mismo: animarse.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 18:34
Nuestras luces
Son muchas las veces que jugamos al ciego y nos hacemos los gallitos; más de las aconsejables. Es claro que con poca luz no se ve bien, tanto como que si es muy fuerte, tampoco. El arroz puede ser plato principal o guarnición, verdad? Con frecuencia, o sin, creemos que somos mejores o peores de lo que en realidad se confirma en los hechos. Los seres de luz, por lógica, deberían iluminar el camino del resto. ¿Las personas con pocas luces se distinguen en la penumbra o pasan inadvertidas? En la sombra se posan delincuentes o acalorados por igual. Los diferentes resaltan, para mal o para bien, no te olvidás de ese alguien. ¿Tu espíritu es de bajo consumo? Asumo que estoy haciendo méritos para agregarle lumbre a mi entorno. Por suerte la luna a veces alcanza para ver de noche. Es bueno el sol para iluminar las mañanas y secar las gotas de lluvia. Con una vela, simplemente, sobra para la lectura. Algunas vienen dadas pero también queda en los hombres elegir nuestras luces.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 14:31
Qué hacemos
Llamar por cobro revertido y no querer cortar, exponernos a una neumonía esperando a alguien especial, irnos antes de un parcial para jugar al fútbol, vender cosas viejas para ir a ver una banda, pelearnos con quien sea para ver un amigo, pedir permiso en el trabajo para no ir al médico y ver a tu a equipo, decir que dormimos en lo de una amiga para ir a bailar, ahorrar todo el año para poder irnos de viaje, comprar cosas que no necesitamos porque sí, ir al psicólogo para estar menos intranquilos, fumar cualquier basura por error, dejar esperando al corazón de alguien, mentirle a nuestros viejos, fraguar planes poco geniales con hermanos, automedicarnos, comer mal, tomar bien, pensar poco, hablar mucho, decir menos, ladrar de más, cantar mal, contar historias bien, hacer el bien, pelearle al mal, convidar, prestar, rezar, putear, callar... Cosas que hacemos para vivir.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 16:44
Tetris
Jugamos al tetris con defectos y virtudes, nuestros y de los otros. Por el tracto digestivo nos sube y baja una acidez que llamamos culpa. A veces nos brota el fuego de la voluntad con una fuerza animal; otras, tenemos que agarrar una pala e ir a buscarla. Que sea un esfuerzo pasajero no niega que lo podamos hacer por gusto y convencimiento. En el extremo de las herramientas vi un taladro hidráulico capaz de masacrar tus ideas: con muchos disfraces, con mensajes difíciles de decodificar, con los apuntes del secundario. Te dieron en el nido un cúmulo de indicaciones, decidiste planear alto y la realidad te cortó las alas con los años. Y con los daños qué hacemos? Dónde ponemos lo que nos pasa? Por qué hay tantas casas de estudio y nadie que te enseñe el idioma de lo que sentimos? Quién sería el traductor del alma? Te bajan línea, no te tiran una tangente, no habilitan un atajo y vos seguís caminando en círculo. Quedan a tu servicio los vicios, esos impostores de la verdad. La vida es un rasti que se juega con poca luz, se arma con una mano y siempre te esconden una pieza. C' est la vie... Te asustan con la muerte, te chantajean con la suerte, te mienten fuerte con la idea del éxito. Jugate conmigo, me juego por vos... Ja.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 17:36
Silencio por favor
Si te ponés a pensar o mismo a contar, pocas cosas, algo fácil, creo que te podés dar cuenta de un montón de cosas. Repasemos por un instante cuántas piernas tenemos, cuántas orejas, qué cantidad de ojos. Nos han sido otorgadas de a pares, pequeñas sociedades. Pero la boca es solo una. Y te llevo a la siguiente instancia de razonamiento: un par de oídos sirven para escuchar; y sin silencio, se complica. El fin es aprender y aprehender, tomar lo que nos dicen. Y lo mismo ocurriría pensando en los miembros inferiores: para ganar experiencia, nada mejor que caminar. ¿O no es acaso lo que hacemos cuando viajamos? Meta zapatilla y guía con reseñas. Nos declaramos ignorantes pero con actitud de incorporar, abiertos a lo nuevo, gustosos de sumar conocimiento. Y llegamos a los ojos también que nos invitan a leer y conocer lo que muchos pensaron antes, sin necesidad que te lo digan. Silencio por favor. La ecuación es más que evidente: camine mucho, lea todo lo que pueda, sepa escuchar y si le parece oportuno abrir la boca, ojalá la mitad de las veces sea para probar comida. Haga silencio por favor, piense qué aporta lo que va a decir y, luego de tanta cavilación, ojalá diga algo interesante.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 8:39
Ajedrez Emocional
En ciertos momentos de nosotros la vida se complica; en muchos y muy ciertos a decir verdad. Y qué hacemos? Tratamos de salir, pero nunca sabemos bien cómo. La realidad es que si algo te agarró desprevenido o de sorpresa obviamente no estabas con la guardia alta. Ahora, si es algo reiterado y te sigue incomodando, bueno, ahí volvemos a esa linda piedra que tanto queremos los seres humanos y usamos para tropezar en miles de versiones. Dos veces? Ojalá. El tema es salir lo más rápido posible pero dejar atrás la cosa. No postergar, no esconder, no mentirse a uno mismo. Creo que en ese proceso de jugar al ajedrez emocional, miramos hacia afuera, volvemos para adentro, puteamos, gritamos, lloramos, nos quejamos, reflexionamos; o sea, muchas cosas con "amos" para confiar que allá vamos. Adónde? A la solución, a ganar la partida, a matar al rey, a jaquearle el corazón. Nadie sabe bien, muchos dicen saber mas no. Me parece que, como siempre, lo mejor es saber elegir la ropa: peón, jinete, alfil, custodio de la torre, reina, rey... Todos tienen su momento en el juego de vivir.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 12:10
Propinas de cariño
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 21:07
Intérpretes de vivir
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 11:49
Los años cansados
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 9:23
Sometimes
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 9:16
Las fotos mienten
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 14:01
Beauty foul
La comparación con el prójimo arroja un diagnóstico inexacto, sesgado. Siempre nos miramos en el similar de al lado, pero qué sentido tiene. Mejor olfatear el futuro, saborear sus vaivenes, mirar lo bueno, escuchar consejos, palpar nuestras mejores armas. Una inundación de desconsuelo por lógica nos tira al suelo, nos achica. Queremos proyectar fortaleza y apostamos el esfuerzo a la acción menos indicada, en pos de callar el qué dirán. En definitiva, nos atamos demasiado a los otros sin motivo. No todo debe ser necesariamente lindo y cada vez más se tropieza con algo más beauty foul. Deberíamos dimensionar mucho mejor el valor de las acciones positivas en lugar de andar husmeando siempre en la basura propia y mismo de personas que ni siquiera conocemos ni conoceremos. Atención a las compañías, cuidado con ciertas invitaciones; tendremos siempre muchas más oportunidades por ser buenas personas. Por más movilizaciones contagiosas de acciones nobles, salud!
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 13:23
Arco - Iris
Asisto a un seminario en fidelidad que dicta el mejor maestro, un perro. Creo que hay que rendirse ante los mejores. Cuánto hace que no ves el Arco Iris? Cuándo pateaste por última vez y fue al arco? Qué recuerdos exaltan tu iris? Entre las muchas cosas que no se cambian están los colores. Cuando hablamos de sabores, me quedo con tu boca. La vida no es poca, es loca; uno nunca sabe cuándo le toca. Es preferible que toquen música, el morbo del sordo. Dibujar sueños y pensar objetivos que apuntamos en listas heroicas es escribir sobre gustos. Si apostar es administrar riesgo, juego mis sustos. Las cosas de todos los días las estamos haciendo sólo algunos meses. A veces es bueno renunciar. De las pequeñas cosas, elijo tus lunares. Silencio. Ideas. Y entonces... Qué estamos haciendo para lograr lo que queremos?
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 12:33
Tomar distancia
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 8:20