Tetris

Jugamos al tetris con defectos y virtudes, nuestros y de los otros. Por el tracto digestivo nos sube y baja una acidez que llamamos culpa. A veces nos brota el fuego de la voluntad con una fuerza animal; otras, tenemos que agarrar una pala e ir a buscarla. Que sea un esfuerzo pasajero no niega que lo podamos hacer por gusto y convencimiento. En el extremo de las herramientas vi un taladro hidráulico capaz de masacrar tus ideas: con muchos disfraces, con mensajes difíciles de decodificar, con los apuntes del secundario. Te dieron en el nido un cúmulo de indicaciones, decidiste planear alto y la realidad te cortó las alas con los años. Y con los daños qué hacemos? Dónde ponemos lo que nos pasa? Por qué hay tantas casas de estudio y nadie que te enseñe el idioma de lo que sentimos? Quién sería el traductor del alma? Te bajan línea, no te tiran una tangente, no habilitan un atajo y vos seguís caminando en círculo. Quedan a tu servicio los vicios, esos impostores de la verdad. La vida es un rasti que se juega con poca luz, se arma con una mano y siempre te esconden una pieza. C' est la vie... Te asustan con la muerte, te chantajean con la suerte, te mienten fuerte con la idea del éxito. Jugate conmigo, me juego por vos... Ja.

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