Casino

En el casino de los sueños hay banca para romper records y somos punto cuando tropieza la fe. La ruleta de los deseos se calza un saco de paño verde esperanzador, casi ecológico. La lógica dice que el juego es adrenalina prendida fuego y las horas se queman sin que uno lo note. Las alfombras son casi reales y no por eso dejan de ser ciertas. La corona les cae a unos pocos y las docenas no envuelven la valentía. Las calles son un desafío, nunca un peligro; bueno, tal vez. No hay avenidas pero la velocidad en la mirada es satélite de una bola que luce y seduce. Hay de todo, malos tragos y los mejores; la derrota es bancarrota y ganar, una bendición falsa y vacía, pero fascinante. El dulce es más dulce en la amargura, las cosas gratas también. Gracias a los empleados, salud a los vasos. La música la ponen las fichas que se barren y el sonido de los tragamonedas. No va más esta imagen, hagan juego pues hay suerte esperando.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenooo!!!!
Inuu