Espejos

Hay espejos difíciles de mirar y cosas duras por superar. Momentos agrios de tragar o lesiones que van más allá del cuerpo. En la cárcel mental, el mal de no poder despegar es un anestésico letal. Salud a los tozudos, me rindo ante los que brillan sin ser brillantes. La magia, la genialidad y la felicidad son pedacitos de tiempo que habrá que fotografiar para volver a ver cuando toque perder. Todos los otros momentos de los calendarios, tal vez, procuraremos ser obreros de imágenes parecidas, nunca como aquellas, pero tampoco casuales. El mejor refuerzo para una campaña pobre es el esfuerzo. Confiar y trabajar, creer en un objetivo sano. Si levantamos un estandarte recto, el reflejo es mejor para los que miran de afuera. Hay que saber mirar, hay que elegir bien dónde mirarse. Los presentes inhóspitos, como todos, terminan siendo pasado. Los lindos también, pero contagian a futuro. Se puede ser un animal del optimismo. Quiero ser un soñador responsable e imaginar destinos que parezcan imposibles. Voy a llegar a lugares privilegiados. Lo miro mejor así, ya lo vi. Por ahora, me mudo cerca de Palermo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno!
La mejor parte: la de Palermo
:)