Ganas furiosas

La calentura es inmadura en tanto remite a la pubertad; si no, error peor. Y para ambos costados de la interpretación pienso del yerro, sea sexual o bien referida al humor y los relinchos de protesta. Se escucha que aquel que se enoja pierde y siento, con los sentidos, a todos enojados; consecuencia, hordas de perdedores. No creo que sea para tanto ni tantos, pero ganar en estos años es más difícil que la tabla del 13, que encima es de mala suerte. Los triunfos personales son historias inesperadas o milagros mínimos, más o menos, algo así. Hay que acomodarse y hacerse el lugar propio; si el nido es cómodo, mejor. Hay que insistirle al ego que se amigue con la voluntad, es clave. La seducción de los desafíos es adrenalina en su máxima expresión de pureza. Si te agarran con las manos en tu obra, genial. Me saco el sombrero para saludar a los soñadores y aventureros que nunca se rinden y batallan con los medios que gestaron para ir tras el tesoro de un mapa que ellos mismos dibujaron. Al plan, plan y al tino, tino. Si le damos al blanco con los primeros tiros llegaremos más enteros que si lo hacemos con los últimos vasos. Para llegar son dos cosas las que no pueden faltar en la valija: una ilusión inquebrantable y ganas furiosas. La vida es todo el tiempo que tenemos.

1 comentarios:

Clers dijo...

ganas furiosas, ganas y mas ganas.
el enojo sirve para convertirlo en accion y la calentura en fuego!!!
eso si ,,, el tiempo quema,..no hay que dudar ni rendirse, al ego y la voluntad le agrego la pasion y el trabajo, mucho de las dos.