Enchapado

La impaciencia tiene cosas de la acidez. De pronto se pone efervescente y sube por el pecho, trepa a la garganta… y entonces la impaciencia toma la posta y grita. Se queja y a veces lastima a los que pasan cerca. Soy un poco ansioso y otro mucho impaciente, pero paciente también de ciertos doctores que no me curan. Si uno hace cosas no habituales lo miran de costado, le toman la chapa, lo encasillan… “está chapa”. Si uno se hace chapa y pintura es raro o casi… Me voy por colectora, no pago peaje. No sé de lirios, un poco de claveles. Los que llegan tarde se van a perder los subtítulos que sirven para entender el final. ¿Los subtítulos son un segundo puesto? Te apuesto. Si no llego primero pago una ronda y si no también. Si lo que importa es la cerveza, yo no soy importante. ¿Si no me importa la cerveza qué soy? Creo que no tiene importancia. La lista de mis sueños se alistó en la conscripción de mis ganas. Los colores de mi equipo no se negocian ni camuflan. Los objetivos de conjunto tienen muchas más trabas, pero también mayores recursos. No sé cuánto ayudan los cursos. En la suelta de oportunidades uno agarra lo que puede. Se tiró a la marchanta, un trucho se ahogó en el agua. En la conquista del éxito es mejor no aceptar donaciones. Si cuando buscamos nuestro ideal caminamos por muchas rutas, seguro estamos perdidos. Piense, luego elija.

1 comentarios:

Clers dijo...

arden las ganas y crece la pasion, y por eso se espere y se pone todo. cuando se elije sabemos que hacemos y porque.
abrazoo