Pirotecnia

Son las ideas calientes que te queman la cabeza, un incendio patagónico-cerebral. Se busca el fogón para distender las llamas, el baldazo de agua fría no cae como tal, no significa un mal. El fuego sagrado se impone en el momento límite y, en la línea divisoria de la distancia, la lejanía muestra las cosas mejor. Es el color del horizonte que avecina el clima por venir. El souvenir es un trofeo turista, un testamento para la memoria, un dejá vu, un golpe de vista. El GPS del impulso se sigue sin inventar, sería lo insulso de la realidad, el fin de las emociones. La acidez de los temas es un brasero pectoral, la impaciencia del error como una caldera fatal. Una fuga, un escape, la liberación interna es la posta de su opuesto: la manifestación externa. El lenguaje corporal no basta, los indicios camuflados mueren sin combate, es momento del debate. Es un problema el egoísmo de los problemas. El reclamo ajeno llega si no se pide ayuda, por raro que suene. La alarma puede callar el resto de los gritos y, aún así, se puede permanecer sordo al entorno. Nada se soluciona con partir, todo desaparece al compartir. Cuesta agarrar el compás del diálogo, la comodidad es una cosa muy personal, singular. La costumbre es la lógica de lo habitual y torcerla es un desafío a la historia. Será cuestión de ser el artífice de la fogata, anticiparse a la explosión, tomar al fuego por las astas. El pirómano conoce el tiempo. Hacer al revés despierta al estrés, el cambio es miedo, es la inseguridad del desconocimiento. No miento: me dijeron que la bomba se desactiva al comunicar. Ruego que me enseñen a hablar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

esto estaba esperandoo cukeee!!! justo dsp de unos diass de fogones! muy bueno, confieso q lo tuve q leer 3 veces...espectacular!!!!
tenes un don...aprovechalo!
juego de dados"la pocha"

Anónimo dijo...

"nada se soluciona con partir, todo desaparece al compartir"... sabias palabras. Una frase bien de tia que me encanta jaja. Te felicito cuquito, muy profundo.
Segui asi que somos tus fans. La Tia