El de antes
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 13:25
Licuado de pasado
Vos pensabas que tenías el cemento armado y flor de
piedra angular, pero en realidad vivías en la casa prefabricada del primer
chanchito, que se fumaba uno armado en primavera. Y entonces viene quien menos
te imaginás y sopla cuando no hay vela, para desmoronar tu rascacielos de
naipes, quema todas tus cartas, se levanta con armas, te desarma y hace caer.
Es cuando no sabés qué creer. Miseria de histeria, mi serie de pie, en posición
adelantada tus dichos y todos acabamos en nichos. Crecemos entre caprichos,
carecemos, nos hacemos los bichos. No quiero otra escalada, no puedo vivir a
ensalada. ¿Hasta cuándo la puerta cerrada? ¿No ves que no se llega a nada? Me
pregunto cuál es el punto… Vas y venís, entrás y salís, nunca te definís y mi
esfuerzo se vuelve a hacer pis. No siempre me acuerdo que te olvidás las
calles, que la euforia tiene poca memoria, que la suerte tiene pena de muerte,
que el tinto es un laberinto, que nos cuesta dar en el blanco, que para golpear
soy manco, que en el replay de la charla me estanco, que la onda verde a veces
te pierde, que el amarillo es más sencillo, que el rojo sólo deja enojo. Ojo
con lo que decimos, tacto con lo que miramos, no siempre se caen bien lengua y
oreja. Hoy me tiento infeliz, mañana me miento feliz, pasado te piso. Pisar el
pasado con firmeza te pone de pie en el presente. Huele mal tu espiral de
palabras, me ahuyenta. Tengo una pila de motivos con poca batería. Cuando
pensamos sin inteligencia, falseamos la verdad; creo. Seguiré creyendo en lo
que creo y pido salir al recreo. Para ser sincero: en la izquierda parezco un
cero y en la derecha dos. No pienso mentir, me propuse sentir. ¿Callar es
querer escuchar..? No sé, pero ayuda. Tengo un silencio necio y un grito que se
empaca. Hice la valija y me mudé de vicios a unos con dependencias. Te das
cuenta que dependemos de pender lo menos posible en la distancia. En la
arrogancia hacemos listas de imposibles sensibles. Yo sigo acá mucho más que
antes, sé que ayer viene con barrotes, que no estuve en algunas caricias pero
lo volvería a hacer.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 2:00
Ladrillo hueco
Al destino no lo construyamos con ladrillo hueco. A veces te quedan las llaves adentro y otras un par de cosas por decir. Sentarse en el banco de suplentes es tu enojo de hoy, pero también el sueño del que patea la calle todo el día. Nunca es tan urgente comprar una cartera y sí recibir esa carta. El día que una noticia te parta, vas a ver las dos mitades de cada tema. La vez que la torta se quema la comida se acorta. Los sueños viven de dueños que mueren porteños o resucitan en el interior. A nivel país no sé cuánta gente es feliz. Si miro el continente, asumo que el mundo me miente. Cuando interpreto al planeta, el ser humano es un invento berreta. El mundo es un nido sin árbol, a la vida no se le cae una idea y vos te compraste un iphone 9, pero que no es goleador. Qué sé yo... de entre las cosas que no me cierran, tengo estas líneas y unos pantalones del año pasado. Mezclemos una bolsa de voluntad, entre cal y arena, de cara al futuro. Ejercitémonos con flexiones pero también con reflexiones, porque procuramos tener un buen cuerpo pero nos mueve la mente y nos tironea el corazón.
Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 17:17
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Publicado por Fernando (Cuqui) Espinosa en 8:27