No hay derecho, sin algo torcido. No hay derecho sin zurdo.
No hay derecho sin abogados. No hay derecho a no poder tomarse un café con la
felicidad de vez en cuando, o alguna vez. La mayoría somos humanos derechos
pero sólo la minoría descansa en los derechos humanos. Sucede que las cosas al
revés le están ganando a las cuestiones al derecho en su sede y en la propia.
Quizás algunos se hacen arrestar para que les lean sus derechos. De hecho, el
techo de lo justo debiera ser corredizo como en algunos autos. No tiene mucho
sentido estar prófugos de nuestros problemas, no deberíamos desperdiciar los
sentidos en escapar. Creo que nadie es abogado del diablo porque el diablo es
abogado. Estudiar derecho es una opción, vivir una obligación.
Tinta Digital se muda
Hace 11 años