Password

Un día un señor llegó con sus 83 años a un banco y no pudo hablar con nadie tanto como el quería, le enseñaron a usar una máquina de última generación. Claro, en el lugar no repararon en que él era de otra mucho anterior. A veces tenemos que ser administradores del acceso, en la escasez. El viejo, otra vez, no pudo ir a comer con sus amigos porque andaba corto de plata, otra forma de clave de acceso. ¿Soy claro? Todos somos viejos tarde o temprano. Es oportuno conocer ciertas contraseñas, las de la vida por ejemplo. Password, palabra para pasar... Fijate dónde te metés, pensá bien lo que decís para entrar. Antes te miraban por una mirilla y esperaban a que dijeras algo, ahora te ven en silencio esperando que no digas nada y sigas tu camino. La clave no siempre es el acceso. Hay que ir con cuidado, gambeteando la obsolescencia de nuestras ideas. Calculá bien el interés de tu contrato, porque todos tenemos un plazo fijo con la muerte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con cuidado, siguiendo el camino y aprendiendo las claves de la vida.
Muy lindo!
INU

Anónimo dijo...

Quiero más! Qué acontece?