Va Bagual igual. O no tanto. Tiempos de encuentros
espaciados y 2x1 de ausencias. El partido del fin de semana ya no tiene tiempos
de 45´, no sabe de sobremesas hasta el día siguiente, no conoce el nombre del
rival de enfrente, ni cuenta con tantos suplentes para prender el fuego. El
juego de crecer y madurar es, cuanto menos, peculiar. Pero qué lindo es ya ver
moviéndose en el banco a la segunda generación pidiendo cancha, pateando a un
costado. El reloj mira siempre para otro lado, no se puede hacer todo. Ahora,
te juro, si sumamos codo a codo, peleamos el campeonato y, de pronto, le
encontramos la vuelta a vivir. Y para que sea olímpica, después vemos. Llegan
noticias de diarios íntimos, de otras, de cosas que son de otra edad; sólo pido
piedad para opinar. Cuando te ponés analítico a la hora de ventilar tu
generosidad algo funcional mal. ¡Siga, siga! Va Bagual igual… Si la propina no
llega al 10, si te quedaste con uno menos, mejor vamos a pedir licencia. No hay
mucha ciencia en la forma de volver al ruedo; al que sea. Te alejás un rato de
la titularidad, de las primeras planas y buscás un socio, o dos, para hacer una
pretemporada fuerte con tu físico, tu alma y tu analista, que no tiene que ser
matriculado. Con el campo al costado, estando del lado de afuera, quizás la
línea de cal te recuerda los límites y el valor de ser parte, de jugar en
equipo, de pertenecer. En virtud del ser, tenemos que cuidarnos más. Sabemos
que cuesta un Perú, pero vale la pena. Así que vamos, que siempre se puede… y
en el Bagual que te toque, la mesa de amigos está igual.
Tinta Digital se muda
Hace 11 años